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Si te interesa el mundo del vino y saber cómo se producen los diferentes sabores que tiempo después disfrutarás en una copa, este post te interesa. En Mosela, te contamos algunas claves de la vendimia y qué factores se tienen en cuenta a la hora de realizarla para que seas todo un experto en este ámbito y entiendas qué influye en la formación de cada vino. Desde finales de julio hasta octubre, los viñedos se preparan para la vendimia, uno de los momentos más significativos en el mundo vitícola. Así se hace:
El clima
La temperatura y las lluvias condicionan el crecimiento de las uvas, por lo que si ha llovido mucho en los últimos meses, la uva puede haber acumulado mucha agua, mientras que si ha sido un año caluroso, las uvas madurarán antes y habrá que adelantar la cosecha para que no se pierdan.
La altura
Las viñas cultivadas en altura ofrecen sus frutos más tarde que las cultivadas en un valle. Esto hace que los viticultores manejen los distintos tiempos para conseguir vinos con matices y calidades distintas.
El proceso de maduración de la uva
Desde el momento del envero, cuando las uvas empiezas a engordar por efecto del agua, hasta la recolección, hay un periodo de tiempo de alrededor de dos meses. En este intervalo la uva pasa por una serie de fases de maduración, cambiando de color, lo que determinará la calidad y la futura composición de la bebida.
Las horas de recogida
Durante la cosecha deben evitarse las horas de mayor calor para evitar que se inicie ya el ciclo de fermentación.
La diferencia entre uva tinta y blanca
Ambas variantes crecen a ritmos distintos y se cosechan con unas semanas de diferencia. Las blancas maduran antes, a finales de agosto, y las tintas lo hacen a principios de septiembre. Esto depende de la acumulación de azúcares y ácidos presente en ambas variedades, lo que sin duda influirá en el vino final.
El refractómetro
El uso de este aparato resulta fundamental para decidir cuál es el momento idóneo en el que empezar la recolecta, ya que mide la cantidad de azúcar presente en el interior del fruto.
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Cada vez son más las personas que sienten curiosidad por saber más acerca del mundo del vino y por apreciar sus características y matices cuando disfrutan de una copa de vino, prestando atención a factores como los métodos de elaboración, las variedades de uva o la zona geográfica en la que esta se cultiva. Para ello, es necesario conocer algunos consejos básicos de cata que nos permitan y valorar el vino en su totalidad y, por supuesto, dejar de lado, cualquier tipo de prejuicio o gusto previo que pueda influir en nuestra degustación.
Consejos para hacer una cata
- La elección del vino: a la hora de hacer una cata, por amateur que sea, es recomendable elegir vinos de la misma familia, mismo rango de precio, de la misma cosecha y de la misma zona geográfica, pero de dos varietales diferentes: Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Mencía, Monastrell, etc.
- La temperatura del vino: la temperatura ideal para servir el vino es a 17 grados. Si vemos que la copa se empaña, quiere decir que esté demasiado frío y no resultará demasiado áspero al gusto. Por su parte, el vino blanco, rosado y espumoso sí puede servirse frío, pudiendo oscilar su temperatura entre los 6 y 14 grados.
- El tipo de copas: el vino debe servirse en copas de boca cerrada, que ayudan a retener los aromas. Con las copas de boca ancha, los aromas se dispersan y el sabor pierde intensidad.
- Catar con la vista: es importante evaluar el aspecto, el color y la intensidad del vino. Por el color se puede determinar la edad del vino, por lo general brillante y azulado en vinos jóvenes, rojo intenso para vinos medios o color teja para los de mayor evolución.
- Catar con el olfato: Sin agitar el vino en la copa, se mete la nariz y se huele para localizar los aromas primarios (los propios de la uva, de naturaleza frutal o vegetal). A continuación, se debe agitar la copa levemente para que el contenido entre en contacto con el oxígeno y los aromas secundarios, los que se originan durante el proceso de fermentación, ganen protagonismo. Por último, se debe agitar el vino con más energía para dar paso a los aromas terciarios, que se desarrollan durante y después de la crianza del vino y pueden ser de tipo animal, vegetal, torrefactos, frutos secos…
- Cata con el gusto: El ataque son las primeras sensaciones que percibimos cuando el vino llega a la boca. Con la lengua lo pasamos de un lado al otro y tratamos de apreciar los cuatro sabores básicos: salado, dulce, ácido y amargo. Un vino redondo es aquel que logra el equilibro perfecto entre los cuatro. Posteriormente, se pasa a analizar la textura, siendo la suavidad o untuosidad como factores positivos, o astringencia y rugosidad como negativos. También es preciso analizar la vía retronasal, que consiste en expulsar el aire por la nariz una vez hemos dado un sorbo. Si percibimos las mismas características, se trata de un vino de larga retronasal. Por último, hay que evaluar el sabor final que ha dejado el vino. Según la persistencia de ese final se puede hablar de un vino corto (si dura menos de dos segundos), mediano, largo, incluso muy largo (entre nueve y doce segundos).
Con estos pequeños consejos podrás empezar a introducirte en el mundo de la cata y empezar a apreciar todos los matices de los vinos de nuestro catálogo.
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Ahora que vivimos en tiempos del COVID-19, el turismo nacional está siendo la opción elegida por cada vez más españoles a la hora de pasar sus vacaciones de verano. Sin embargo, existe un turismo al alza que cada año gana más adeptos: el turismo enológico. Como no podía ser de otra manera, en Mosela conocemos algunas bodegas que no te dejarán indiferente.
Hay una gran lista de ellas para poder visitar en España pero, sin duda, una de las principales rutas enológicas es la Ruta del Vino Ribera del Duero, con más de 100 kilómetros que se extienden por las provincias de Segovia, Soria, Valladolid y Burgos; con muchas bodegas articuladas por el río Duero.
Se trata de la primera bodega en la Ribera y quizá la más conocida de la zona, ubicada en la localidad de Peñafiel, un lugar idílico para los amantes del vino ya que en el castillo de Peñafiel se encuentra el Museo del Vino.
En la localidad Vallisotelana de Pesquera de Duero, un enclave privilegiado de la Ribera del Duero, a escasos diez minutos del Castillos de Peñafiel.
Un lugar clave para el enoturismo más actual, donde disfrutar de un entorno familiar que permite conocer en primera persona los misterios de la elaboración del vino combinando los métodos más tradicionales con las nuevas tecnologías, además de degustarlos mientras contemplas el río Duero.
Catalogadas como el edificio con mejor diseño de Europa, un símbolo de vanguardia y futuro, labor del arquitecto Norman Foster.
Con más de 150 hectáreas de viñedos situados en la provincia de Burgos, que te ofrecen poder degustar sus vinos dentro de una construcción realmente visual y bonita en forma de estrella.
En la localidad de Castillo de Duero desde donde poder apreciar una excelente panorámica de la ribera del rio Duero y los viñedos que la rodean.
Una bodega de estilo minimalista, moderna y funcional.
Su gran atractivo son las experiencias clásicas, sensoriales y a medida que ofrece a los turistas, ideales para conocer la bodega y el proceso de elaboración de sus vinos con cata, degustación de tapas o comida en su Restaurante Cepa 21.
En la localidad Vallisotelana de Curiel de Duero, donde se busca la excelencia a través de la combinación de tradición e innovación teniendo en cuenta la sostenibilidad del medio ambiente. Sus vinos son el resultado de un viñedo ecológico.
Te permiten seguir el proceso de elaboración de los vinos desde la recogida a mano de la uva hasta el embotellamiento, además de ofrecer la posibilidad de conocer las viñas y la bodega en visitas organizadas que pueden ser a caballo para una mayor comodidad y que incluyen catas de los vinos.
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En los últimos años, el vino ecológico ha empezado a hacerse con su hueco cada vez más relevante en la industria vinícola de España, así como de muchos otros países.
Se trata de un producto caracterizado por poner en práctica acciones sostenibles a lo largo de sus distintas etapas de elaboración, desde el cultivo de la uva hasta la bodega y el objetivo de las empresas que apuestan por este producto es promover la agricultura ecológica, es decir, aquella respetuosa con el medio ambiente y los entornos donde se elabora el vino.
Por otra parte todo vino ecológico, debe contar con un certificado, por lo que es obligatorio que lleven una etiqueta que certifique su compromiso medioambiental junto a las prácticas sostenibles.
¿Sabrías diferenciar un vino ecológico de uno tradicional?
Lo que realmente hace distinto al vino ecológico es que se lleva un control durante toda la cadena productiva, no solo en el cultivo:
- Se utilizan abonos naturales para los viñedos.
- Prohibido el empleo de la uva dañada en el proceso de vendimia.
- Las parcelas de cultivo no llevan agrotóxicos ni añadidos químicos.
- No se utiliza maquinaria, todo el proceso es manual.
- Durante la clarificación los niveles de carbono son mínimos.
- Los tapones de las botellas son de corcho natural.
- Las etiquetas deben especificar de forma clara los ingredientes del vino y su proceso de elaboración.
¿Qué vino ecológico te recomendamos?
En Mosela se nos ocurren algunas recomendaciones que no te dejarán indiferente, sacadas de nuestro catálogo:
- Marqués de Riscal Sauvignon: vino blanco de la D.O.Rueda elaborado por la Bodega de Riscal; un vino monovarietal de la variedad francesa Sauvignon Blanc. La uva proviene de viñedos cuya edad media supera los 25 años. Un vino complejo para la nariz con notas de hierba fresca, un fondo mineral que le da personalidad y abundante fruta fresca como cítricos, piña o melón. En boca deja una sensación fresca y aromática de final limpio y persistente.
- Caraballas: vino blanco de la D.O.Rueda elaborado por Finca Caraballas, una bodega situada en Medina del Campo. En nariz se presenta complejo pero muy refinado en sus formas recordando a las compotas caseras de las abuelas, a piña madura, hierba recién cortada y talco; todo perfectamente empastado y armonizado por un fondo de cáscara de cítrico.
- Vino espumoso Petit Albet: un cava clásico del Penedés, fruto de las tres variedades autóctonas ( Macabeo, Xarel-lo y Parellada). Refrescante con burbuja gruesa y espumosa además de una acidez muy viva y penetrante.
¿Quieres saber más sobre estos vinos? Ponte en contacto con nosotros y te atenderemos.
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El buen tiempo empieza a llegar justo en el momento en el que el descofinamiento se materializa y podemos salir a disfrutar de la compañía de nuestros familiares y amigos en las terrazas. Aunque parece que aún debemos esperar un poco más para poder recuperar el normal funcionamiento de los bares y restaurantes, nada nos impide practicar el chateo al aire libre, esa tradición tan española de beber pequeños vasos de vino de bar en bar. Para que puedas disfrutar de la variedad de caldos distintos, pero todos con gran potencial, en Mosela hemos preparado estas cinco recomendaciones que no te dejarán indiferente;
- Montenovo: El vino blanco Montenovo elaborado con 100% uva godello por las Bodegas Valdesil, pertenece a la D.O. Valdeorras. Es un vino muy expresivo en nariz, con predominio de aromas florales, hierba verde fresca y anís silvestre, paso agradable en boca, entrada amplia, untuoso con acidez justa y perfecto equilibrio.
- Condes de Albarei: Vino monovarietal elaborado con los mejores mostos flor obtenidos a partir de uva albariño procedente del valle de Salnes. 100% uva Albariño. En nariz presenta una intensidad media-alta, con aromas florales y matices de frutas blancas. Se trata de un aroma limpio y elegante. En boca, el vino es fresco, amplio, redondo y con una marcada persistencia aromática.
- Tombú: Vino rosado elaborado exclusivamente con uva Prieto Picudo por la bodega Dominio Dostares bajo la D.O. V.T. Castilla y León. Tombú es un rosado fresco y aromático que pasa por barrica, algo poco habitual en estos vinos, para dar como resultado un vino muy especial con el que disfrutar de las altas temperaturas.
- Arienzo: El vino tinto Marqués de Arienzo Crianza, de Bodegas Herederos del Marqués de Riscal, está elaborado a partir de la selección de las mejores uvas de las variedades tempranillo. Vino fresco, frutal con agradable entrada en boca, recordando frutos rojos entremezclados con aromas de la madera, a coco y vainilla. Amplio en boca, persistente, y con carácter.
- Baltos: Vino tinto criado en Barricas de roble francés y barricas de roble americano elaborado únicamente con la variedad de uva Mencía por la bodega Dominio de Tares en la D.O. Bierzo. Presenta un intenso color violáceo con nariz fresca de frutos negros salvajes, recuerdos de regaliz, grafito e hinojo. Con boca equilibrada y fresca.
¿Quieres saber más? ¿Quieres incorporar alguno de estos vino a la carta de tu establecimiento? Ponte en contacto con nosotros y te atenderemos.
