A la hora de causar una buena impresión en los clientes, contar con una buena carta de vinos es fundamental para mostrar la personalidad y la imagen del establecimiento. Por ello, ofrecer una cuidada selección de caldos es la mejor manera de reflejar la identidad gastronómica del local y el conocimiento que se posee del sector. Y es que una buena carta de vinos puede ser igual de importante que la carta de cocina.
Para lograr contar con una carta que cumpla las expectativas de nuestros clientes, debes recordar que no siempre es necesario contar con una oferta muy extensa. En muchas ocasiones, es más aconsejable que los vinos sean de calidad, aunque esto reduzca la oferta, aplicando la máxima de “menos es más”.
Pero, ¿qué criterios seguir a la hora de componer una carta de vinos desde cero? ¿Cómo saber qué caldos son los mejores para nuestro establecimiento de entre todos los que se pueden encontrar en el mercado? Toma nota de estos consejos que te damos desde Mosela:
- Ten en cuenta el perfil medio de los clientes de tu establecimiento: el poder adquisitivo del cliente, su nivel cultural, su interés por el vino, su nacionalidad o el rango de edad son fundamentales para conocer cuáles pueden ser sus preferencias y qué tipo de vinos serán más proclives a buscar.
- Considera la diversidad geográfica: aunque tener vinos locales y de la zona es un punto a favor, es aconsejable contar con caldos provenientes de diferentes lugares para cubrir un espectro más amplio. También es interesante ofrecer alguna “rareza” o vino poco común que haga tu carta única y exclusiva.
- Incluye algunas marcas reconocidas: hay ciertos vinos muy comerciales que siempre es positivo introducir en la carta, ya que el cliente los reconoce fácilmente en caso de no saber mucho de vinos, sirviéndole de guía y haciéndole sentir cómodo.
- Añade siempre la máxima información posible: nombre de la bodega, tipo de crianza, añada, la variedad de la uva o la Denominación de Origen. No te olvides de indicar el precio (por botella o copa). Además, recuerda que el precio debe ir acorde siempre al tipo de establecimiento.
- Sigue el orden establecido: tradicionalmente, las cartas de vinos siguen siempre la misma estructura, empezando por los blancos y terminando por los vinos dulces. Además, se recomienda ordenar los vinos por orden alfabético dentro de cada categoría.
Por supuesto, para lograr que todos estos requisitos se cumplan y tener una carta de vinos adecuada y de calidad, es imprescindible contar con un proveedor serio y que cuente con una amplia selección de vinos en su catálogo en la que puedas encontrar aquellos que más te interesan y que cuente con un servicio de aprovisionamiento y entrega de mercancías que no te obligue a acumular producto en exceso en tu local. Para conseguirlo, Mosela resulta la mejor opción.
Consulta nuestro catálogo o ponte en contacto con nosotros y te informaremos de forma personalizada en función de tus necesidades y te ayudaremos a elaborar una carta de vinos a la altura.