- ¿Cómo valoras el 2019 para Mosela?
2019 ha sido un año con muchos cambios en el catálogo, tanto de entradas como de salidas. Hacer este tipo de cambios genera mucho trabajo tanto de formación, como de conocer a los proveedores, su producto, su forma de trabajar y por supuesto transmitírselo a los clientes que lleva tiempo. También hemos dado unos primeros pasos en nuevas áreas de negocio que estamos explorando, como la venta a grandes superficies y la exportación a otros países. En definitiva un año intenso.
- ¿Qué nuevos retos tiene Mosela a la vista?
A día de hoy, la actividad comercial más importante de Mosela se realiza en el canal Horeca en Asturias, sin embargo, aunque hay potencial de mejora, este es limitado, la venta de vinos a restauración en Asturias tiene un techo claro. Si queremos crecer de verdad debemos apostar por otros caminos, y estos son como comentaba antes la venta a gran distribución y principalmente la exportación.
En la venta a gran distribución nuestra exitosa colaboración con Alimerka (17 referencias en su surtido) nos anima a buscar socios similares en otras regiones, estamos en negociaciones con varias cadenas del Sur de España.
En cuanto a la exportación, en un mundo globalizado como el actual no podemos dar la espalda a trabajar otros mercados, siendo el vino un producto con demanda casi en cualquier lado, y España el mayor productor mundial. Tenemos un objetivo claro que es empezar a exportar lo antes posible, fijando China como nuestro foco para una primera etapa.
De todas formas, no dejaremos de lado nuestras vías de negocio actuales y seguiremos buscando cómo potenciar nuestro catálogo con nuevas bodegas de referencia.
- ¿Cómo definirías el panorama vinícola en Asturias?
Asturias es una región con un consumo por habitante en general bastante alto, más si cabe teniendo en cuenta que un porcentaje importante del mercado se lo lleva la sidra. La lástima es que esto se produce en una región con los problemas económicos que todos conocemos. Si el contexto fuese diferente, seríamos una región puntera en España en cuanto a ventas.
Por otro lado, aquí predomina el consumidor clásico, que bebe los vinos de siempre (Rioja o Ribera, Rueda o Rías Baixas). Cuesta probar cosas nuevas, y es una pena porque se están haciendo vinos estupendos en toda España, incluso aquí en Asturias tenemos los vinos de la Bodega Vidas que tienen muy buena aceptación por los hosteleros. De todas formas sí que está surgiendo un nuevo consumidor más informado e interesado en innovar pero hoy por hoy es una minoría.
- Si tuvieses que recomendar un vino del catálogo de Mosela sería…
Voy a recomendar dos, un blanco y un tinto, y siguiendo la línea de la anterior pregunta me voy a salir un poco de las denominaciones habituales…
Como blanco recomiendo un Ribeiro, Casal de Armán, que ha sido la novedad más exitosa que introducimos durante 2019. Los vinos de Ribeiro solían tener mala fama y ser relacionados con el vino barato que sirven en tacitas en muchos restaurantes de tapas gallegos. Nada que ver. La denominación se está destapando con nuevos elaboradores de calidad que ofrecen vinos tremendamente gastronómicos entre los que destaca Casal de Armán, un vino fresco, complejo y muy interesante para tomar en cualquier situación.
De tinto voy a recomendar nuestra más reciente adquisición, Dominio de Tares Cepas Viejas, un vino del Bierzo del que llevo siendo consumidor bastante tiempo. Un vino de uva Mencía, con 12 meses de crianza en barrica que le aportan estructura y hacen un vino ideal para comer con carnes y guisos. Gran calidad precio.